Rata Blanca en Es Gremi

Siempre es de buen agrado tener por nuestras tierras a una banda mítica. El pasado 8 de mayo, los argentinos Rata Blanca, una de las bandas de rock más veneradas de su país, si no la que más, hacía un alto en su extensa gira española para dejarse caer por Mallorca. Charlando con algunos veteranos del lugar, era la segunda vez que venían a la isla, cerca de veinte años después de la primera, así que era de esperar una buena entrada y un buen ambiente, como así fue. Walter Giardino y Adrián Barilari se presentaban en Es Gremi bien escudados por sus hombres de confianza, Alan Fritzler (batería), Danilo Moschen (teclados) y Juan Pablo Massanisso (bajo), para deleitar tanto a sus seguidores mallorquines como a buena parte de la comunidad rockera argentina residente en la isla que, como de costumbre, no falló a la cita.

No ha sido una gira fácil. Por lo visto, los achaques de la edad han afectado ligeramente al sr. Giardino, quien ha realizado la mayor parte de la gira apoyado en un taburete, pero eso no le ha quitado un ápice de la elegancia y la magia que sabe transmitir con su guitarra. Así fue en Palma, donde arrancaron pasadas las nueve de la noche para darnos una hora y media de himnos clásicos, así como algún tema de su más reciente EP, para deleite del público. Cierto es que el sonido no fue el mejor, sobre todo en cuanto a la voz de Barilari —pasó algo parecido cuando los vi en agosto en el Leyendas del Rock—, así como algunos cambios repentinos de volumen algo incómodos. Pero la clave estuvo, como era de esperar, en la ejecución magistral de Giardino y el chorro de voz de Barilari, pese a los problemas de sonido descritos, quedando patente en temas como «Solo Para Amarte» o «Volviendo a Casa». Todo ello apoyado en un buen repertorio de vídeos de fondo y un buen juego de luces que agrandaron la puesta en escena de la banda.

Con pocos parones entre temas, solo los justos para respirar un poco y agradecer a promotores, sala y público, así como comentar lo que han podido disfrutar del sol y la playa de Mallorca, el concierto se desarrolló a buen ritmo. Himnos como «Talismán», con esa intro de teclado de Danilo Moschen, que parecía que pilotaba un transbordador espacial, o las imprescindibles «Mujer Amante» y «Guerrero del Arco Iris», acabaron de encender a un público entregado que fue ganando en intensidad a medida que iban cayendo los temas míticos. El colofón llegó con «Rock N’ Roll Hotel», que dio paso a «Aún Estás En Mis Sueños» y, cómo no, «La Leyenda del Hada y el Mago», en la que Barilari se pudo tomar un descanso, ya que el efecto karaoke en el público fue abrumador.

Fue un concierto sobrio y elegante. Con un Barilari en plena forma, un Giardino bordando su papel, pese a los problemas físicos, y tres músicos que, conocedores de su papel en la banda, cumplieron perfectamente con su cometido. La veteranía es un grado y se nota en las tablas que tienen Rata Blanca para dejar a su audiencia con una sonrisa de oreja a oreja.